¿QUÉ PAPEL JUEGA EL INVESTIGADOR EN LA ETNOGRAFÍA ESCOLAR?
El etnógrafo, para la gran mayoría de los
autores, es el principal instrumento de investigación. De él dependen la
selección de la temática a investigar, la filosofía que se adopte en el
estudio, el acceso al campo, las relaciones con los sujetos estudiados, las
observaciones e interpretaciones realizadas, y un largo etcétera. Como afirma
Sanmartín Arce (2000: 139), el investigador es un reconstructor de la realidad,
cuyo trabajo "exige paciencia y dedicación, atención esmerada y
ferviente, fina observación y reflexión crítica de lo observado".
Podemos preguntarnos cuáles son las principales exigencias que debe cumplir un
investigador etnográfico en su quehacer cotidiano.
Las principales técnicas de recogida de
información en etnografía son tres: la observación participante, la entrevista
y el análisis documental. No obstante, en función del estudio pueden además
emplearse otras, y conviene señalar que estas técnicas deben contribuir a un
fin básico: la triangulación de perspectivas.
La observación
participante es considerada
la técnica por excelencia de la etnografía (Spradley, 1980). Ello es así porque
"la observación participante se entiende como forma condensada, capaz
de lograr la objetividad por medio de una observación próxima y sensible, y de
captar a la vez los significados que dan los sujetos de estudio a su
comportamiento. (…) La
observación y la observación participante proporcionan descripciones, es decir,
discurso propio del investigador" (Velasco
y Díaz de Rada, 2006: 34). Para observar, lo ideal es modificar lo menos
posible la situación objeto de estudio, adoptando un modo de actuar "de
mosca en la pared", para observar las situaciones tal y como acontecen
provocando la menor interferencia posible. Señala Woods (1987: 56), que "los
principales requisitos de la observación son, naturalmente, un ojo avizor, un
oído fino y una buena memoria".
La entrevista,
por su parte, es la segunda estrategia fundamental en los estudios
etnográficos. Su relevancia radica en que "tejida sobre el diálogo,
proporciona discurso ajeno, de los sujetos de estudio" (Velasco y Díaz de Rada, 2006: 34)
El análisis
de documentos es otra técnica
habitual en los estudios etnográficos, generalmente considerada como un apoyo a
la observación. Básicamente consiste en un rastreo de materiales en formato
papel, vídeo, audio, ya sean producidos por los miembros de la comunidad
estudiada o por el propio investigador. San Fabián (1992: 35) muestra la enorme
diversidad de documentos analizables: "cartas, memorias,
autobiografías, periódicos, diarios, libros de texto, notas de suicidio,
artículos, epitafios, casos, historias de vida, historias médicas, panfletos
políticos, publicaciones oficiales, fotografías, películas, listas, registros,
directorios, agendas", pues todos ellos, potencialmente, ofrecen una
información variada que necesariamente hay que contemplar.