Uso de la Etnografía
El uso de la etnografía como estrategia orientada a la
indagación reflexiva permite desarrollar procesos de reflexión en el
profesorado, sea en formación inicial o permanente. La etnografía implica
participación y observación. Su carácter dialéctico, interactivo-adaptativo, es
uno de sus distintivos. Pero sin lugar a dudas, como señala HYMES (1993) «una
característica esencial es su apertura, pues está sujeta a una auto-corrección
durante el proceso mismo de la investigación» (p. 181). Su enfoque flexible hace
que el trabajo etnográfico sea significativo para la formación del profesorado
y la enseñanza reflexiva.
Cuando los estudiantes
examinan de cerca las ricas complejidades nacidas de la interacción social, de
la experiencia subjetiva, de la dependencia y conflictos que caracterizan la
vida dentro y fuera del aula, así como los dilemas morales y existenciales que
forman parte del trabajo del profesorado, la realidad no es considerada como un
medio unitario e inamovible. Cuando los profesores son vistos y se ven a sí
mismos como fuentes de conocimiento, es posible una mayor comprensión constructivista
del conocimiento (Teitelbaum & Britzman, 1991, 170).
La orientación etnográfica como estrategia reflexiva
de indagación se caracteriza por la apertura de la investigación a su potencial
de transformación, así como el papel del profesor/a en el centro del proceso de
investigación. La orientación que proponen estos autores hacia el uso de la
etnografía educativa está centrada en la realización de estudios etnográficos
durante los periodos de prácticas, así como la lectura y análisis de
investigaciones realizadas desde esta perspectiva. Esto permite que el
conocimiento adquirido a través del análisis de trabajos y su elaboración
lleven al estudiante, no al simple conocimiento externo de hechos y teorías,
sino que se vea capaz de descubrir con su experiencia el conjunto de
perspectivas construidas por los protagonistas que desarrollan la acción en las
aulas. Conocer y utilizar las estrategias de la etnografía escolar permite al
profesorado evaluar su trabajo, conocer la motivación y el aprendizaje de sus
alumnos, o ser utilizado en beneficio de la propia carrera profesional, porque
ofrece el control sobre el trabajo que se realiza, ya que el investigador es el
principal instrumento de la investigación (Woods, 1987). La etnografía escolar
es un proceso holístico y flexible orientado a la comprensión del hecho
educativo, en el que el análisis de las condiciones de los procesos de
escolarización y la enseñanza constituyen un medio para una enseñanza
reflexiva. Esta situación nos conduce a considerar el conocimiento de la
etnografía escolar una estrategia formativa para el profesorado que reflexiona
sobre su práctica. Aprender a recoger y analizar datos desde esta perspectiva
se convierte en una excelente fuente de conocimiento sobre la práctica.
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